La inversión en educación preescolar es vital para el éxito de la adultez.

La niñez es la etapa donde la inversión en educación tiene el más alto retorno, tanto para los niños como para la sociedad. El Premio Nobel de Economía Jim Heckman demostró que la formación de sólidas habilidades cognitivas en una edad temprana es fundamental para el éxito económico de la persona en la adultez (1).
La gráfica de la portada muestra cómo es el retorno de la inversión en el desarrollo de capacidades humanas como función de la edad, pudiéndose observar claramente, como el mayor impacto se logra invirtiendo directamente en la educación de la edad más temprana, los niños en edad preescolar.
La razón es que durante la niñez el cerebro humano atraviesa las más profundas transformaciones de toda la vida, donde la complejidad neuronal aumenta a razón de casi 1000 nuevas conexiones por segundo, y la calidad de las primeras experiencias educativas tendrán una profundo y duradero impacto en el desarrollo de las habilidades cognitivas y sociales del niño.
El proveer a los niños de un entorno rico en experiencias y estímulos durante los primeros 1000 días, es crucial para ayudar a proteger al cerebro de enfermedades degenerativas en la edad adulta, y crear las bases para el desarrollo de las habilidades cognitivas más complejas, modificando su arquitectura cerebral (2).
Estudios realizados durante la última década desde diferentes áreas del conocimiento (neurociencia, salud, educación, economía y psicología) muestran cada vez mayor evidencia que además de una adecuada nutrición, el proveer una educación temprana de calidad es clave para él éxito económico, personal y afectivo de las personas (3), independientemente de su condición social o de los desafíos que tenga que afrontar a lo largo de su vida.
En PleIQ queremos contribuir a mejorar la calidad de las experiencias tempranas proveyendo una herramienta educativa de características únicas, que aspira a contribuir al desarrollo cognitivo a través del estímulo de las inteligencias múltiples de los niños, fusionando las más avanzadas tecnologías con el más reciente conocimiento, para producir una experiencia lúdica maravillosamente formativa.
Referencias:
(1) Heckman, J. Skill Formation and the Economics of Investing in Disadvantaged Children, Science, Vol 312, 2016.
(2) Staff, R. et all. Childhood Socioeconomic Status and Adult Brain Size: Childhood Socioeconomic Status Influences Adult Hippocampal Size. Annals of Neurology, 71(5), 653-660.
(3) Walker, S. et all. Child development: risk factors for adverse outcomes in developing countries, Volume 369, No. 9556, p145–157, 13 January 2007