Las aulas excesivamente decoradas disminuyen la atención y precisión de los niños.

El estudio se llevó a cabo con 24 niños de kinder que fueron llevados a unas aulas de clase construidas dentro de un laboratorio de investigación para tomar seis clases sobre distintos temas de ciencias que los niños todavía no conocían. Tres lecciones se desarrollaron dentro de un aula excesivamente decorada y las otras tres clases se desarrollaron en un salón escasamente decorado.
Al evaluar la respuesta de los niños los investigadores encontraron que los niños pudieron aprender en ambas aulas, pero aprendieron más cuando estuvieron en un aula con poca decoración. Estos niños tenían un promedio de 55% de precisión en comparación con el 42% de los niños que estuvieron en un aula con mucha decoración.
APRENDIERON MÁS LOS NIÑOS QUE ESTUVIERON DENTRO DEL AULA CON POCA DECORACIÓN
La investigación también midió cuanto tiempo perdían fuera de las tareas asignadas y los resultados demostraron que los niños en aulas escasamente decoradas fueron los que menos se salían de las tareas (28.4%) en comparación con los niños con los otros niños (38.6%).
Esto no quiere decir que se deba eliminar todos los adornos de las clases — que triste sería — sino que los autores recomiendan a los maestros ser más conscientes y cuidadosos con la decoración que elijan y que evaluen qué función desempeñará cada cartel o figurita dentro de sus clases.
Referencia del estudio original: Fisher, A. V., Godwin, K. E., & Seltman, H. (2014). Visual Environment, Attention Allocation, and Learning in Young Children: When Too Much of a Good Thing May Be Bad. Psychological Science. https://doi.org/10.1177/0956797614533801
Fuente: Psychological Science